sábado, 3 de marzo de 2012

Un paso, atrás.

Con 7 días a la semana, soy feliz.
Todos tenemos nuestros días de bajones, otros de subidones, de tristeza, de rencor. A lo mejor no soy la única que por un día se levanta con el pie izquierdo, ni seré la única que llore viendo películas que me conmuevan por dentro, tampoco seré la única que a veces se sienta sola, ni tampoco la que en un tiempo determinado quisiera que el mundo se acabara solo para mi, muchas veces hemos pensado en no haber pisado este planeta, solo por no saber resolver algunos problemas, pero cuando pensemos en frío nos daremos cuenta de que esos prontos son nuestro mecanismo de defensa...¿Sabéis cuantas personas desearían no estar aquí? Puede que demasiadas, pero si nos ponemos a pensar, esto de existir es un regalo, puede que tengamos días buenos y otros peores, nadie puede decir si quiere o no estar aquí, pero todos los que estamos somos privilegiados, por estarlo. Que hay personas que ni siquiera saben lo que es un problema cuando desaparecen de este mundo, y eso tampoco lo veo justo, porque esos niños no han hecho nada malo, quizás porque no han tenido ocasión, yo muchas veces me pongo en el pellejo de esas familias y no  me gustaría estar en su piel, porque eso es una espina que se te quedará clavada por siempre en cualquier lugar de tu corazón para que siempre recuerdes lo que es el dolor, y para que tengas presente que de un día para otro, hasta las flores más frescas de cualquier jardín se pueden marchitar, nunca te preguntes que has hecho tú en esta vida para merecer una cosa u otra, solo pregunta, ¿ Por qué la vida es tan injusta?.

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